jueves, 15 de marzo de 2012

Transdiciplinariedad y Ciencias de la Educación.

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES “RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN



TRANSDISCIPLINARIEDAD Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN


        Dr. Jorge Luis España                                                                 Malvys Infante   
                                                                                                            C.I. 8.568.131
Norena Hernández
C.I 5.620.030
Ayaridsa Hernández
C.I 9.913.482
Mercedes Magallanes
C.I 10.752.334
Maritza Mayorga
C.I 8.799.159
Arlenis Herrera
C.I 15.083.010
Deyanira Flores
C.I 9.919.709


Valle de la Pascua,  Marzo de 2012
COMPLEJIDAD, EDUCACIÓN Y TRANSDISCIPLINARIEDAD:
 Raúl Motta.

Análisis de la lectura
     Actualmente, existe en el país una diversidad de debates y conflictos en torno a la transformación educativa y sus modalidades de aplicación en las distintas regiones. Esta cuestión que está muy lejos de poder enfocarse en forma local, es decir en forma aislada del contexto global de las transformaciones de orden planetario, y desde una mirada unívoca y reductiva, como la que aporta una disciplina. Se encuentra, en muchos países del mundo, a merced de un voluntarismo tecnopolítico iluminado y urgido por la ansiedad de transformar un sistema que siempre se resiste. Prueba de ello, es la experiencia acumulada en los últimos veinte años  en la aplicación de distintas reformas educativas en los países occidentales.

     Es de hacer notar, que todos los esfuerzos realizados a pesar de las diferencias en las posibles soluciones en las formas y caminos elegibles para su aplicación, parten del mismo diagnóstico: los distintos niveles educativos y de formación científicos y tecnológicos, y por los cambios emergentes en el orden social, profesional se encuentran obsoletos por causa de los profundos cambios económico y cultural. Las organizaciones educativas suman a su desorientación actual, un creciente aislamiento institucional con respecto a los desafíos sociales y laborales, en particular, y a las transformaciones de la cultura y la vida en general.

     Es oportuno señalar, que una visión panorámica de los contenidos del nuevo sistema denominados Enseñanza General Básica (E.G.B.) y Educación Polimodal, junto a las dificultades organizacionales para su implementación demuestran los problemas siguientes:

     Primeramente, parece necesario realizar un esfuerzo de integración de los conocimientos, lo cual requiere de parte del docente una relativa experiencia en dinámicas interdisciplinarias y una visión transdisciplinaria del mundo, que se base en un modelo epistemológico muy cercano a la visión sistémica de la realidad, el cual los docentes en general todavía hoy desconocen. A esto se agrega, la falta de herramientas que les permitan situarse frente a la emergencia de la complejidad en las ciencias en particular, y en las sociedades en general.

     Seguidamente, se requiere una gestión organizacional inteligente basada en un sistema integrado de formación-aprendizaje de toda la comunidad educativa. Esto entra en conflicto con el hecho de que los establecimientos educacionales muestran carencias de infraestructura, y sufren falencias muy serias de estrategias de gestión y planificación. Estas son incompatibles, de una parte, con las dinámicas de circulación de la información y el conocimiento; y, de otra, con el surgimiento de las nuevas tendencias organizacionales de la producción y el trabajo, a nivel general, y a nivel particular con las demandas espirituales y culturales de los jóvenes.

     Por lo tanto, se constata que persisten visiones, esquemas perceptivos y organizacionales obsoletos en la formación docente y en la gestión institucional. Se observa un bajo nivel de formación epistemológica y metodológica en el tratamiento y procesamiento de la información y el conocimiento, que sea acorde con los niveles de gerenciamiento y expansión de los mismos en los sistemas de formación docentes. Asimismo, hay una creciente descontextualización global/local en los docentes y en el personal jerárquico, directamente proporcional a la complejidad de los cambios socioeconómicos y culturales.

     En este orden de ideas,  se señala que la interdisciplinariedad tiene por objetivo transferir métodos de una disciplina a otra, por ejemplo, los métodos de la física nuclear transferidos a la medicina conducen a la aparición de nuevos tratamientos contra el cáncer. La transferencia de los métodos matemáticos al estudio de los fenómenos meteorológicos engendra una nueva disciplina: la Teoría del Caos. En este sentido, Nicolescu expresa que,  la interdisciplina también desborda a las disciplinas e incluso contribuye al nacimiento de nuevas disciplinas, pero sigue inscribiéndose dentro de los marcos y los objetivos de la investigación disciplinaria y la transdisciplinariedad en cambio, dice Nicolescu, tiene por finalidad la comprensión del mundo presente desde el imperativo de la unidad del conocimiento.

     Otro aspecto importante a destacar, es que el discurso de los distintos saberes y conocimientos científicos son un lenguaje dentro del lenguaje, y como tales, pueden caer en la ilusión de la simplificación, tal  como señala Bachelard, lo simple no existe, solo existe lo simplificado. Las ciencias y los sistemas de saber construyen sus objetos de estudio, extrayendo sus componentes de su ambiente complejo, para situarlo en un ambiente de experimentación no complejo

     Cabe destacar, que la ciencia no es el estudio del universo simple, es una simplificación heurística necesaria para extraer ciertas propiedades, ver ciertas leyes. Puede señalarse algo parecido en el ámbito de la organización disciplinar, si ésta pretende expresar o reflejar el universo del saber en correspondencia con lo real; lo real no es disciplinar, es decir no se manifiesta en directa correspondencia a la clasificación que está latente en la organización de las disciplinas. Tampoco la realidad es interdisciplinar, ni es posible un sujeto de conocimiento interdisciplinario, el problema es más bien, si existen o no las condiciones para crear o construir un objeto interdisciplinario en el contexto de la complejidad de lo real.

     Sin embargo, en la forma de enseñar, transmitir y conducir el aprendizaje existe la sensación de que la complejidad es el monstruo de cien cabezas que hay que destruir, para así operar sencillamente en la realidad cuya connotación principal es la simplicidad. Así se llega a la gestión social de la inteligencia ciega como forma de operar y administrar las cosas. De esta manera la persona pierde la verticalidad y sobrevive en la horizontalidad unidimensional y fragmentaria, ajena a toda transversalidad del fenómeno humano.

     En este sentido, se señala que una pregunta relevante es cómo educar y formar a los adolescentes, futuros ciudadanos y dirigentes del siglo que viene, inmersos en una transformación social y económica sin procedentes, en  donde  si  bien  los  conocimientos  científicos y técnicos son y serán cada vez más sofisticados, también conllevan increíbles cegueras y desorientaciones sobre las consecuencias de estas transformaciones en la realidad humana que ellos en parte provocan y, al mismo tiempo, sobre los desafíos que el actual horizonte planetario presenta.
    
     Actualmente, existe una convergencia en el contexto planetario que consiste en el encuentro de la explosión de vida y muerte, y sentido y sin sentido en el seno de las sociedades, con una profunda transformación en el devenir colectivo del espacio del saber del ámbito global. Esta convergencia es producto y productora del proceso de desterritorialización del sistema mundial dominante, transformación de la infraestructura productiva, de sus modalidades de producción, sus objetos, dinámicas y alcances, mediante la concentración e incorporación de las potencialidades generadas por la actual revolución científica y tecnológica, encaminada al dominio de lo intangible, que requiere de una lógica comprensiva centrada en la visión y percepción de lo real y de las cuestiones que se derivan de su reducción por efecto de la intervención humana.

     De lo expuesto se destaca, que la transformación de la educación no requiere sólo, más información y conocimiento, sino un esfuerzo inteligente de participación, apertura y diálogo de parte de todos los sectores de la sociedad. Dado que se encuentra actualmente a merced de una pregunta circular: si la clave es la capacitación, ¿quién capacita a los capacitadores?

     Finalmente, la búsqueda de una actitud inter y transdisciplinaria debe resistirse a ser tratada desde y como una disciplina, así como tampoco debe ser interpretada como una nueva religión, una nueva filosofía o una ciencia de las ciencias. La complejidad emergente de la actividad social y de la interioridad humana convoca a los educadores a transformarse en la vanguardia de una nueva cultura, que tiene por horizonte la necesidad de construir un civilización planetaria que supere su actual estado de barbarie, a través de un  nuevo contrato social que implica a su vez, un nuevo contrato con la naturaleza y la reconfiguración del orden del saber y su relación con el poder tecno científico.

     Esto sólo será posible resignificando el valor de lo humano y de su presencia en el universo, a partir de una nueva correspondencia entre el universo interior de las personas y su exterior, su mundo y el devenir planetario de la humanidad. Se evidencia así, que Raúl Mota elabora su discurso en la época actual orientado en las transformaciones que se han venido desarrollando en los diferentes ámbitos de la vida, este autor se ubica en la corriente del pensamiento complejo y describe  aspectos relacionados con la educación y su evolución.



COMPLEJIDAD,  TRANSDISCIPLINARIEDAD  Y  EDUCACIÓN:
 María Cándida Moraes

Análisis de la lectura
     En esta lectura, la autora señala aspectos importantes del mundo globalizado, complejo y plural que actualmente se están viviendo, destacando que la realidad educativa, no deja de ser un gran desafío para la mayoría de los profesores acostumbrados a trabajar con certezas y verdades, con previsibilidad y estabilidad. Para cualquier ser humano, es difícil comprender el caos, el orden haciendo parte del desorden, la incertidumbre, la no-linealidad y la indeterminación, hoy,  tan presentes tanto en la realidad como también en los procesos de construcción del conocimiento y en las dinámicas que acontecen en los ambientes educativos.

     Sin duda, en la actualidad se están enfrentando  tiempos inciertos y fluidos con herramientas intelectuales de otras épocas, de otros tiempos, en que se observaba la realidad como estable, homogénea y determinada. Lo que se constata en estos días es que se vive en un mundo incierto, mutante, complejo e indeterminado, sujetos a lo imprevisto y a lo inesperado. Sujetos a varias emergencias para las cuales no se está  preparado. La carencia de preparación es grande ante las situaciones complejas e imprevistas que acontecen en lo cotidiano.

     Por otra parte hace referencia, a un  problema importante de naturaleza compleja como es la globalización, condición de la realidad actual y que, a partir de la década de los 80, se fue afirmando cada vez más impulsada por el avance del desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación. Se volvió más evidente y fue potenciada a partir de la explosión de los medios de comunicación y de las tecnologías digitales.

     Es oportuno destacar, que la globalización favorece la evolución científica y tecnológica, posibilita mayor integración entre los pueblos y la creación de redes y movimientos de educación para la paz, incentivando diferentes tipos de intercambios culturales, informativos, económicos, políticos y sociales, y, por otro lado, también potencia la emergencia de otras redes, como las de pedofilia, drogas, prostitución y los más diversos tipos de intolerancia que reflejan una profunda devaluación del ser humano y la existencia de realidades hasta entonces inimaginables.

     De igual forma, Moraes señala  que el lado negativo de la globalización viene  también provocando un aumento de las desigualdades sociales, potenciando otras formas de la exclusión social, la exclusión digital, con gravísimas consecuencias para el futuro de las próximas generaciones. Así, la misma red de la comunicación que integra también  encarcela, revelando  las ambivalencias y los males de la civilización.

     Se observa en la lectura que, consecuentemente se está viviendo en  un mundo cada vez más complejo, plural e imprevisible, lo que, a su vez, requiere un pensamiento complejo, relacional, problematizador, un pensamiento que ayude al sujeto a comprender mejor la dinámica relacional existente en esos procesos interdependientes.  Debido a esta complejidad, la educación precisa dar respuestas adecuadas, competentes y oportunas.

     De allí que, el gran problema es  que el profesor todavía no está  preparado para actuar de manera competente en un mundo funcional en red. Lo que se  quiere destacar en este momento es que la gran mayoría de los problemas poseen una naturaleza transnacional, transdisciplinar y absolutamente compleja, desvelando un mundo cada vez más enredado y globalizado, no sólo en la relación con  las redes científicas, económicas y tecnológicas, sino también en cuanto a sus vaivenes y desgracias. Y como, seres humanos, todos son absolutamente vulnerables en el proceso de vivir y convivir,  en el  proceso de ser y conocer. 

     Por consiguiente, la crisis es de naturaleza ontológica, epistemológica y, consecuentemente, crisis generadoras de otro tipo de  crisis: la de naturaleza antropológica, al cuestionar la propia humanidad y afectar a la vida de todo ser humano. Esto, ya que todo pensamiento es reductor tanto en la ciencia como en la vida, presenta consecuencias nefastas, es  decir, provoca el surgimiento de acciones políticas, sociales y culturales también reductoras y fragmentarias o impiden la evolución de la conciencia, del pensamiento y de la libertad humana. 

     Toda esta situación viene generando nuevas demandas educativas en el sentido de privilegiar la construcción de un paradigma capaz no sólo de atender a cuestiones epistemológicas metodológicas, sino también las cuestiones relacionadas con la naturaleza humana y su proceso evolutivo. De esta forma, la prioridad de la agenda educativa, en los próximos años, tendrá que estar dirigida no sólo hacia las cuestiones relacionadas con los procesos de construcción del conocimiento y el  aprendizaje, sino también a las cuestiones afectas a la sustentabilidad ecológica, a la ciudadanía planetaria como consecuencia de la evolución del pensamiento, de la inteligencia y de la  conciencia humana en una perspectiva integrada.

     Evidentemente, la prioridad educativa tendrá que también estar dirigida a las preguntas relativas a la interculturalidad, a la diversidad y al desarrollo pleno de la conciencia humana, pues la diversidad sustentable es, sin duda, una de las grandes preocupaciones de estos tiempos. Es esencial para la democracia fundada en la complejidad de las interacciones entre unidad y diversidad y en la comprensión de las nuevas identidades que surgen en una dinámica de naturaleza compleja.
     Se destaca, que por estas  razones se  está trabajando el tema Ecología de los saberes como son  la  Complejidad, transdisciplinariedad y educación. Esta elección parte de la creencia de que es preciso, no sólo reencantar la educación, sino también reinventar la generación y el soplo creativo regenerador de la propia vida, y rescatar este soplo en los más diversos ambientes educativos, para que se pueda educar a las próximas generaciones y sobrevivir como especie.

     Esto porque la visión que  se  tiene del mundo y de la vida parte de la manera en que se observa la realidad, de la manera como se conoce y se relaciona con ella. En fin, depende de la manera como se entiende la dinámica funcional de la vida, de cómo se crea el mundo a imagen y semejanza, puesto que se actúa  a través de  campos operacionales que son, al mismo tiempo, organizativamente cerrados, sin embargo estructuralmente abiertos y que, al mismo tiempo en que se engloban, también se  restringen.

     De esta forma, como educadores, es necesario comenzar a enfatizar el tejido social, ecológico y planetario común a todos, acentuar las interrelaciones constitutivas de naturaleza eco-sistémica existentes entre los diferentes dominios de la naturaleza, la interdependencia entre ambiente, ser humano, pensamiento y desarrollo. Se necesita también acentuar la existencia de una cooperación global no solo en relación a los procesos cognitivos, emocionales e intelectuales, integrando razón, emoción, sentimiento, imaginación e intuición, sino también en lo que se refiere a las escalas social, ecológica y planetaria. Es por ello, que las  demandas educativas no están separadas de las demandas del triángulo de la vida, es decir, de las demandas constituidas por las relaciones sociedad, individuo y naturaleza.
 
     Otro aspecto importante a destacar, en los planteamientos de Moraes, es que la ecología de los saberes se refiere a la existencia de conocimientos plurales, a la importancia del diálogo entre saber científico y humanístico, entre saber académico y saber popular proveniente de otras culturas y la necesidad de confrontarse el conocimiento científico con otros conocimientos. Pero, para ello, se necesita  de un pensamiento complejo, de un pensamiento ecologizante, capaz de  religar estos diferentes saberes, así como las diferentes dimensiones de la vida.

     Entretanto, para traspasar fronteras, para destruir barreras, para reorganizar el pensamiento humano y ecologizar los saberes es preciso un conjunto de principios teóricos y epistemológicos que tengan en cuenta este enfoque más unificado de la ciencia. Y entre estos principios, la complejidad puede ofrecer y esclarecer los caminos y estrategias de acción. En caso contrario, se continuará privilegiando sólo una multiplicidad de saberes sin que haya cualquier posibilidad de integración y de comunicación entre ellos.

     Por tanto, es preciso percibir que todo paradigma trae consigo explicaciones ontológicas y explicaciones epistemológicas que  inducen o permiten abordajes metodológicos que privilegian enfoques más unificadores e inclusores. Esto porque sabemos que a la base de cualquier paradigma existen relaciones lógicas entre las dimensiones ontológicas, epistemológicas y metodológicas, en lo que se refiere a las teorías,  principios, conceptos y nociones utilizadas y que gobiernan los diversos discursos e iluminan las diversas acciones.

     En líneas generales, se destaca que Moraes elabora su discurso en la época actual inmersa en la postmodernidad describiendo la realidad educativa en diferentes épocas destacando la complejidad como una guía para la comprensión de los mecanismos funcionales del pensamiento

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